La exposición a la que corresponden estas imágenes se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Valencia, en San Pío V. Las fotografías fueron tomadas en octubre, por lo que no sé si actualmente continuará la exposición tal cual yo la vi.

Al entrar al Museo nos encontramos con un gran hall cubierto por una cúpula pintada en su interior de color azul, y justo en medio podemos ver una escultura.

Había también algunas obras de la colección arqueológica y cuadros de gran tamaño colocados en lo alto de las paredes. 

Al adentrarnos más en el museo nos encontramos primero con un espacio delimitado por paredes revestidas de madera, en las que se pueden ver tanto esculturas como pinturas y utensilios del siglo XV, y también parte de la colección arqueológica del museo.

El siguiente espacio es una gran sala dividida por paredes de colores variados: verde, magenta, azul; en las que sobre todo hay obras pictóricas de carácter religioso. Ambos espacios están iluminados artificialmente.

En esta misma planta baja se encuentra la colección de Joaquín Sorolla, que se exhibe permanentemente y que da a conocer la trayectoria del artista, ya que las obras empiezan siendo de cuando era estudiante y acaban con obras de su última época. Y además de las ya propias del Museo, otras son cedidas temporalmente, como la colección de Vestidos para posar. Retratos de Sorolla e indumentaria contemporánea, que está expuesta hasta enero de 2015, y que pretende aproximar a los espectadores a la sociedad de los siglos XIX y XX. 

Las salas que contienen la colección de Sorolla tienen las paredes de colores oscuros, predominando el verde en la gran mayoría. Los pasillos intermedios entre las salas son de colores claros, como el beige. La iluminación también es artificial.

En la planta superior, desde la que podemos ver la parte inferior, encontramos varias salas de diferentes artistas. 

Uno de ellos es Francisco de Goya, del cual solo hay una sala; también Antonio Cortina, cuya exposición estaba hasta el 23 de noviembre; Vicente López; y varios más, entre los que encontramos una obra de Diego Velázquez. Estas salas están pintadas de colores variados como azul claro, marrón, verde, magenta o beige. Todas ellas son iluminadas por lucernarios. 

  

En los pasillos que conectan estos espacios también hay ubicadas otras obras. 

En mi opinión, al ser una exposición tan variada, me parece muy interesante. Además encontré una prueba para un techo, cosa que nunca había visto y me llamó la atención. 

También me gustó mucho la colección de trajes de los siglos XIX y XX, ya que iban acompañados de retratos hechos por Sorolla donde podíamos ver al retratado vestido con el traje que acompaña.